Tipos de cuerpo
Si llevas tiempo entrenando (o al menos pensándolo mientras comes pizza), seguro has oído hablar de los tipos de cuerpo: ectomorfo, mesomorfo y endomorfo. Suena a hechizos de Harry Potter, pero en realidad es la forma en que tu cuerpo maneja músculo y grasa.
Ahora, antes de que uses esto como excusa para no entrenar, déjame explicarte qué significa cada uno y cómo puedes sacarle partido.
Ectomorfo: el flaco de metabolismo rápido
El ectomorfo es el típico flaco que come como una bestia y no engorda. Su metabolismo es más rápido que un Ferrari, pero a la hora de ganar músculo, la cosa se complica.
Si eres ectomorfo, aquí tienes algunas claves para mejorar:
- Aumenta tu ingesta calórica: come más de lo que crees posible.
- Entrena con pesas: prioriza ejercicios compuestos y evita el exceso de cardio.
- Descansa lo suficiente: el crecimiento muscular ocurre mientras duermes.
Mesomorfo: el bendecido por la genética
El mesomorfo es el típico privilegiado que toca una mancuerna y ya tiene bíceps marcados. Ganan músculo con facilidad y queman grasa sin mucho esfuerzo.
Si eres mesomorfo, no te confíes y sigue estas recomendaciones:
- Varía tu entrenamiento: mezcla pesas con algo de cardio.
- Cuida tu alimentación: no creas que puedes vivir a base de comida basura sin pagar las consecuencias.
- Evita la complacencia: no dejes que tu genética te haga perezoso.
Endomorfo: el que gana peso con facilidad
El endomorfo es el que engorda solo con mirar un pastel. Acumula grasa con facilidad, pero también puede construir músculo como una bestia si entrena bien.
Si este es tu tipo de cuerpo, sigue estos consejos:
- Controla tu alimentación: come limpio y equilibra tus macros.
- Haz ejercicio con regularidad: combina pesas con sesiones de cardio.
- Sé constante: evitar subidas y bajadas bruscas de peso es clave.
Tu genética no es una excusa
Como has visto, cada tipo de cuerpo tiene ventajas y desafíos, pero al final del día, todo se trata de disciplina. He visto ectomorfos convertirse en bestias musculadas, endomorfos marcarse como culturistas y mesomorfos desperdiciar su potencial por pura pereza.
Así que deja de quejarte y ponte a entrenar. La genética te da un punto de partida, pero el resto lo decides tú. ¿Vas a aprovechar tu potencial o seguirás buscando excusas?

Daniel Santolaya
El deporte es una parte inseparable de mi vida, llevo ligado a la práctica deportiva desde los 4 años, cuando comencé con el Kárate, y más adelante, a partir de los 13 años, me dediqué al tenis compitiendo de manera profesional. Una etapa que a priori es dura, con una preparación física como mental extremas, sin embargo los logros y la fortaleza que consigues a nivel personal junto con la satisfacción del trabajo bien hecho es una experiencia única.
Tras una lesión y ante la imposibilidad de alejar mi vida del deporte, decido emprender mi propio camino como preparador físico y entrenador personal a través de mi propio centro de entrenamiento personal. Obviamente, sabiendo de la importancia de una buena alimentación a la hora de esculpir nuestro cuerpo y mejorar nuestro rendimiento físico, completé mi preparación con formación específica en nutrición. Además, como amante de la filosofía y la psicología, traslado estos conocimientos al mundo deportivo.
Desde 2012 a través de Mii Body Zaragoza, ayudo a las personas a mejorar su forma física, alcanzar sus metas, transmitiéndoles mi filosofía de vida ¡manteniendo la motivación y disciplina!